Consejos de un millenial a los millenials para ahorrar, cuidar y administrar el dinero

Cuando era pequeño mi papá me inculcó el hábito de ahorrar, a gastar en lo necesario y a no tener deudas.

Recuerdo cuando tenía 6 o 7 años y quería comprarme una mochila con ruedas que me había gustado (en aquél entonces estaban de moda). Empecé a ahorrar lo que me daban de domingos y lo ponía en un frasco de café. Cuando junté la cantidad ($150.00 pesos) fui a la tienda donde vendían la mochila a comprármela. El gusto me duró poco porque al poco tiempo la mochila se rompió de uno de los tubos de las llantas (fue ahí cuando me di cuenta que las mochilas de ruedas que parecían diablitos duraban más).

Esa fue mi primera experiencia como ahorrador. Posteriormente empecé a ganar ingresos extras a través de otros medios como mis estudios, trabajos pequeños que hacía, dinero que me regalaban mis familiares, etcétera, y empecé a solidificar mi cultura del ahorro.

Actualmente (si mi maestro de Taller de Investigación de la carrera viera que estoy usando está palabra de forma incorrecta porque no estoy definiendo un tiempo se enojaría 😆) ahorrar se ha vuelto un hábito imposible o difícil. He conocido muchas personas de mi generación que no saben cómo gastar su dinero, y a los 3 días de que les han pagado su quincena ya se quedaron sin nada. Hay que sumar además que nuestro país, México, no está pasando por su mejor momento económico y eso hace imposible el ahorro (y hasta la sobrevivencia).

¿Pero por qué? Se leerá muy trillado pero los medios de comunicación son los culpables. Constantemente se nos presentan anuncios publicitarios en todos los medios de comunicación que nos incitan a gastar en cosas que no necesitamos, y todavía nos dan la falsa promesa de ser realmente felices por ello. Estrategias de marketing que desde siempre han existido pero que los mercadólogos han sabido explotar muy bien en nuestra generación.

Aún así, a pesar de lo anterior, hay que procurar el hábito del ahorro.

Uno de los consejos que doy es el que yo tomé de pequeño: Me dan dinero, lo ahorro. Si ya te encuentras trabajando, y ganas bien, lo ideal es que una parte de tu salario lo destines para tus gastos varios de la quincena y un 10% o 20% lo destines para el ahorro. Si te es posible tener dos salvavidas de ahorro, Afore (aunque no sirva del todo) y alguna otra cuenta donde ahorres ese porcentaje de tu salario, sería perfecto.
  • Ahorra con un objetivo en mente (lo que tú quieras o desees). Supongamos que quieres irte a España en el verano del próximo año: Investigo los precios del avión, hotel o casa, costo de las cosas en aquél país, etcétera, y ya después ahorras una pequeña parte de tu salario para ese viaje o vendes algo que te ayude a cumplir ese sueño. Valdrá la pena el sacrificio por ver cumplir ese anhelo.
  • Crea una cuenta de ahorro, o tenlo en alguna caja popular (confiable).
  • Cuando sientas la necesidad de gastar tu dinero en algo, hazte siempre estas preguntas "¿Lo quiero? ¿Lo necesito o es un capricho? ¿Realmente me servirá? ¿Tengo dinero?". Quizá sean estas preguntas las más difíciles de contestar. Muchos dirán que si te hace feliz, hazlo. ¿Pero en qué basamos nuestra felicidad? Si somos críticos, poner nuestra felicidad en cosas materiales es algo que no durará por siempre. He conocido chavas que mueren por tener algún color de labial de cierta marca y gastan enormes cantidades de dinero por obtener el producto, pero todo eso se acaba y no brinda la verdadera felicidad (aunque bueno, si quieres ese labial y tienes suficiente dinero, date ese gusto). Procura gastar el dinero en cosas que puedan dejarte algo de beneficio para tu persona, o la de los demás, sin caer en superficialidades.
  • Invierte tu dinero en algo seguro y desconfía de los multinivel. Puedes poner algún negocio que sea redituable, invertir en alguna franquicia o en la bolsa de valores (aunque esto tiene sus riesgos), en la propia educación y salud, etcétera.
  • Aprovecha las ofertas. Quizá esto para muchos suena de muy pobre, pero he conocido personas de alto nivel socioeconómico que hasta cupones llevan a las tiendas o centros comerciales a canjear por algún producto o servicio. Si eres de las personas que realizan la compra de la despensa sabrás que hay productos caros y baratos de todas las marcas y que siempre compararás los productos antes de comprarlos para saber cuál conviene.
  • Nunca aparentes lo que no tienes.
  • Planea tus gastos. Si ya vives sólo sabrás que una parte de tu salario tienes que destinarlo a los gastos de la casa: renta (si es que rentas), predial (si tu casa es propia), agua, electricidad, Internet (si tienes), gas, automóvil (si tienes), seguro particular (si tienes), etcétera. Si tienes familia, los gastos se duplican.
  • Prevé catástrofes. Creo que este punto es un puntapié para nuestra generación. Si bien es cierto que la gran mayoría somos jóvenes y muchos somos de la idea de vivir el momento, también hay que pensar en el futuro y las consecuencias de nuestros actos. Como mencioné anteriormente, si estás trabajando destina un porcentaje de tu salario al ahorro ya que éste puede ser tu salvavidas en caso de alguna eventualidad que no tuvieras contemplada. Esperemos nunca sean tragedias.
  • No apuestes. Otro consejo muy difícil, a no ser que seas Biff Tannen y tengas en tu poder un almanaque deportivo con todos los resultados de todos los partidos del futuro.
  • Sé prudente. Quizá algunos ganen más dinero que otros y eso puede hacer en esas personas (no en todas) que sientan el poder de gastar el dinero en lo que sea y decírselo a todo mundo. Te lo repito: ¡Ahorra! Aparte así evitas que te asalten, secuestren, o algo peor.
  • Si te despidieron, algo muy triste, ahorra lo que tengas de tu último salario y tu liquidación porque no sabrás hasta cuando vuelvas a trabajar. Durante esta temporada, que esperemos sea corta, abstente de gastar en los lujos que te dabas como cuando trabajabas.
  • No saques créditos a lo tonto que después no podrás pagar, y mucho menos préstamos para poder pagar esos créditos (u otros préstamos). Tampoco empeñes algo que de plano ya no podrás recuperar.
  • Acuérdate: Para nuestra generación ya no valen las pensiones y jubilaciones. Así que sigue ahorrando (pero no caigas en la tacañería o avaricia).
Y bueno, estos son algunos de los consejos que les comparto y que quizá ya muchos de nosotros hayamos escuchado alguna vez pero no está de más que nos los recuerden de nuevo.

Al inicio de esta entrada mencioné que la situación económica de nuestro país imposibilitaba la opción de ahorrar. Lamentablemente es cierto. Existen muchas personas en México que no ganan lo suficiente para poder ahorrar, y como recuerdo que alguna vez nuestro ex secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, dijo que con $6000.00 pesos una familia promedio mexicana pagaba hasta una escuela particular (sabrá Dios en qué mundo sucede eso). Mientras los precios siguen subiendo y los salarios siguen igual o bajando. Esperemos algún día esa situación cambie.

En fin. Si quieres viajar, comprarte libros o películas, salir a buenos restaurantes, vestir bien, tener buena casa, algún medio de transporte automotor, y demás, la opción siempre estará en ahorrar (y ser prudente con el dinero).

¡Pasa un excelente día!

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